El Deseo

• Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York (ACE) (EE.UU.), 1997
  • Premio Mejor Actriz (Marisa Paredes)
• Fotogramas de Plata (España), 1996
  • Premio Mejor Actriz de Cine (Marisa Paredes)
• Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary (República Checa), 1996
  • Premio Mejor Actriz (Marisa Paredes)
• Premios Sant Jordi (España), 1996
  • Premio Mejor Actriz Española (Marisa Paredes)

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• Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York (ACE) (EE.UU.), 1997
  • Nominación Mejor Actriz (Marisa Paredes)
• Fotogramas de Plata (España), 1996
  • Nominación Mejor Actriz de Cine (Marisa Paredes)
• Premios Goya (España), 1996
  • Nominación Mejor Director (Pedro Almodóvar)
  • Nominación Mejor Actriz Principal (Marisa Paredes)
  • Nominación Mejor Actriz de Reparto (Chus Lampreave)
  • Nominación Mejor Actriz de Reparto (Rossy de Palma)
  • Nominación Mejor Dirección Artística (Wolfgang Burmann)
  • Nominación Mejor Sonido (Bernardo Menz, Graham V. Hartstone)
  • Nominación Mejor Maquillaje y/o Peluquería (Juan Pedro Hernández, Antonio Panizza)
• Premios Sant Jordi (España), 1996
  • Nominación Mejor Actriz Española (Marisa Paredes)
• Premios de la Unión de Actores (España), 1996
  • Nominación Mejor Actriz Protagonista (Marisa Paredes)
  • Nominación Mejor Actriz Secundaria (Chus Lampreave)
  • Nominación Mejor Actriz Secundaria (Rossy de Palma)

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• Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo (República Dominicana), 2004
• Jornadas de Cine Europeo en Manila (Filipinas), 1998
• Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary (República Checa), 1996

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www.clubcultura.com/clubcine/clubcineastas/almodovar/ esp/peli_flor.htm

Una pareja de médicos trata de hacerle entender a una madre angustiada que su hijo ha muerto en un accidente de moto, y que no lo parece (su pecho se mueve como si respirara) porque sus órganos están siendo oxigenados por máquinas. Pero su hijo ha muerto. No es fácil explicar la muerte cerebral, especialmente cuando la madre está dispuesta a aferrarse a cualquier esperanza por absurda que sea. Al final de esta desconcertante secuencia se desvela que la situación no es real, se trata de un ensayo, una dramatización, la representación de un caso típico al que se enfrentan diariamente los mismos médicos que hacen de actores.

Esta representación forma parte de un seminario organizado por el Plan Nacional de Donación de Organos para enseñarle a los médicos el modo más humano y más claro de comunicar la trágica noticia de la muerte súbita al familiar de la víctima. Después le pedirán la donación de algunos de sus órganos y para ello es necesario que el familiar haya entendido y aceptado la muerte del ser querido.

Estos cursillos los dirige Betty, una reputada psicóloga. En el descanso para comer, Betty recibe la inesperada visita de su amiga Leo Macías. A Betty le sorprende (y molesta) la irrupción de su amiga. Cuando Leo le explica la razón (“He venido a que me ayudes a quitarme los botines. Me aprietan y yo sola no podía”) la sorpresa de Betty se convierte en estupor: “He llamado a mi asistenta, pero no la he encontrado, dice Leo, próxima al llanto, hoy es su día libre… yo no sabía a quien acudir. No estoy loca, Betty. Estoy sola.” Antes de que Leo se derrumbe Betty le ayuda a quitarse los botines y a ponerse unos más holgados.
 

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Leo le comenta que los botines se los regaló Paco, su marido. La primera noche tuvo que quitárselos él, porque también le apretaban, y ella solo no podía.
Pero paco no esta. Esta es la razón por la que Leo puede desmoronarse simplemente porque le aprietan unos botines. Su marido se halla en Bruselas. Los meses anteriores a su partida, la pareja vivía una de sus mayores crisis. Paco es militar, un estratega profesional, que participa en una Misión de Paz para Bosnia. Pertenece a las fuerzas internacionales de la OTAN, y solicitó voluntariamente este destino.

La primera secuencia de la película, la ficción que interpretan los médicos y una madre (la que hace de madre es una enfermera del equipo de Betty) que se niega a entender la muerte de su hijo, supone una metáfora muy precisa del momento que atraviesa Leo. El amor de Paco ha muerto pero ella lo defiende ciegamente y se agarra a cualquier esperanza, por absurda que sea. Nadie le explica la evidencia de un modo adecuado, ni su marido, ni su amiga Betty, especialista en dar malas noticias, que además de psicóloga es la amante secreta de Paco.

En una carpeta llena de recortes, que Leo tiene en su mesa escritorio, sobresale uno con la noticia de la muerte de Kurt Cobain. El titular destaca una frase dicha en la última entrevista del músico: “Sufro más de la cuenta”, dicen que digo. También Leo sufre más de la cuenta. Junto a la carpeta hay siempre un vaso largo de whisky. Y es que Leo también bebe más de la cuenta.

El aplazamiento de la solución a sus problemas matrimoniales (podría decirse que Paco se fue a Bruselas dejándola con la palabra en la boca) provoca en Leo una fragilidad y una incertidumbre que invade todos los aspectos de su vida. Empezando por el trabajo.

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Leo se siente tan débil que es incapaz de mentir. Aunque sea un secreto, solo conocido por su marido, su amiga íntima Betty y su editora, Leo Macías es una escritora de novela rosa que se oculta tras el seudónimo de Amanda Gris, una de las reinas del género sentimental. Obligada por contrato (millonario) a entregar tres novelas al año, Leo lleva meses incumpliéndolo. En vez de novela rosa le sale negra, según ella misma confiesa. Para llenar este vacío, la Editorial Fascinación, que publica las obras de Amanda Gris, edita su primera Antología y amenaza a la escritora con demandarle y airear su identidad, hasta ese momento cuidadosamente velada. Leo se pasa los días recortando noticias de los periódicos, leyendo compulsivamente y esperando la llamada de su marido. Betty la anima a que salga de casa y llene su tiempo.

Leo decide buscar trabajo. Betty le aconseja que se entreviste con su amigo Angel, redactor jefe de las páginas culturales de El País. Leo va a verle. Angel es un tipo simpático, bebedor, cinéfilo y fan de Amanda Gris. No sospecha que la mujer que tiene delante y que viene a pedirle colaborar en su suplemento es precisamente su autora favorita. Para empezar, Angel le propone que escriba un artículo sobre la Antología de Amanda Gris. Leo se niega, le dice que odia ese tipo de literatura y a esa autora en especial. Sale muy deprimida de la entrevista. Pero después decide suicidarse artísticamente y escribe una demoledora crítica de su obra utilizando otro seudónimo. Paco le llama desde Bruselas para anunciarle su visita. Ha conseguido un día de permiso. Ante la perspectiva de volver a ver a su marido todos los problemas desaparecen. 

Pero se equivoca, a partir de ese momento comienza el auténtico calvario de Leo… Una aventura que le pondrá al borde de la muerte.

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